Las embocaduras y los accesorios están diseñados para ejercer presión en las barras (espacio interdental en la mandíbula), los labios, (principalmente en la comisura labial), la lengua, el paladar, la nariz, la nuca entre otros. Un uso excesivo o inadecuados de las embocaduras pueden llegar a causar lesiones severas al animal. Los cañones del bocado pueden desplazar tejido blando y así crear situaciones de disconfort si estos no tiene un tamaño adecuado; ya sea muy grande o muy pequeño.  Ellos deberían tener un tamaño y forma adecuado para cada boca.

Algunos signos que indican que el caballo esta con disconfort o adolorido son:
• Mantiene la boca abierta
• Orejas agachadas
• Sacude la cabeza hacia los lados o hacia arriba o hacia abajo (cabecea)
• Estira el cuello
• “Juegan” constantemente con el bocado
• Saca la lengua hacia el lado (principalmente hacia el lado donde hay mayor molestia)
• Reune en exceso la cabeza (hiperflexión del cuello)

Todos éstos son signos de que el animal se siente incómodo y está tratando de alejarse del dolor y buscar alivio.  Además,  influye en un desempeño deficiente y conlleva a las consecuencias en cada caso. Si el caballo presenta uno o más aspectos antes mencionados y además nunca ha tenido una correcta revisión dental por un profesional, debería ser prudente un chequeo dental lo más pronto posible, y mantenerlo cada 6 a 12 meses (dependiendo del caso).   

Aspectos a considerar cuando se trata de buscar o de ajustar un bocado:
• Tipo de trabajo, actividad o deporte
• Tamaño de la cabeza del caballo
• Tamaño y forma  de la diastema
• Tamaño de la boca
• Distancia entre la comisura labial y los premolares
• Edad del animal  
• Presencia de lesiones o cicatrices
• Presencia de colmillos
• Presencia de diente de lobo
• Altura, forma y sensibilidad del paladar.  

El bocado debe de estar en óptimas condiciones por lo que se debe de estar revisando constantemente en busca de zonas afiladas, articulaciones gastadas o problemas de simetría.  Las cabezadas no deben de estar gastadas, en especial las partes que están en contacto con las embocaduras.  Otro aspecto a considerar es que todos los accesorios se deben de mantener siempre limpios, por lo que el lavado luego de cada uso es indispensable y mantener una buena higiene.  

Los problemas más comunes en la boca del equino que afectan el desempeño y que están relacionados con las embocaduras son:  
• Puntas de esmalte: son los famosos picos. Filos que se forman en los molares y premolares; en los superiores se van a formar hacia los carrillos o cachetes y los inferiores hacia la lengua.
• Diente de lobo: así se le conoce al primer premolar. Es una pieza dental que no a todos los caballos se les desarrolla, alrededor de un 70% de los caballos lo tienen. Es muy pequeño en comparación al resto de piezas. Se encuentra usualmente en frente de la arcada molar. Suele ser puntiagudo por lo que causa incomodidad al bocado. Se recomienda extraerlo para darle mejor confort a todo caballo que utilice cualquier tipo de bocado.
• Maloclusiones: en esta categoría podemos encontrar cualquier “crecimiento” anormal en la arcada dental que impida un movimiento de la mandíbula libre en cualquier dirección ya sea para adelante y para atrás o hacia los lados. Estas maloclusiones son: rampas, ganchos, ondas, escalones, ETR’s, etc.
• Piezas de leche retenidas: Los equinos también cambian de piezas dentales. Los dientes deciduos o de “leche” empiezan a cambiarlos alrededor de los dos años y medio, hasta llegar a los cinco años donde ya tienen todas las piezas permanentes. En ese período muchos de las piezas dentales se quedan retenidas y no pueden perderlas causando incomodidad y dolor. Esta es una etapa crucial para que el caballo sea evaluado por un profesional en el área ya que el animal joven no se llega a concentrar en su proceso de doma y se prolonga más su entrenamiento.  

El trabajo dental es más que un simple limado. Se basa en balancear la boca y mantener un equilibrio en todo el cuerpo, dando así una comodidad al equino cuando utiliza cualquier tipo de bocado en la actividad en la que éste se desempeñe. Es importante recalcar que el trabajo dental lo debe realizar un profesional con amplios conocimientos y entrenamiento en el área, así como de equipo especializado para este tipo de trabajos.   
Por otro lado, un solo bocado no es  necesariamente apropiado para todos los caballos; éstos deben ser seleccionados individualmente y que se adapte correctamente a las necesidades de cada animal.